UNIVERSIDADES EN BUSCA DEL PODER CONSTITUYENTE




Por Daiana González


Ibagué, noviembre de 2011

Una universidad que tenga participación activa de todos y cada uno de sus miembros, sin representaciones, sin corrupción ni intereses privados de por medio, al servicio de la comunidad, con un  quehacer académico crítico y  un plan de estudio que responda al análisis de nuestros problemas políticos nacionales y regionales. Es la universidad soñada ¿cierto? ¿Será posible?
 Estos son solo los principios de una idea que interroga las representaciones actuales  y las leyes que rigen la administración de toda universidad pública, proponiendo un poder constituyente que cambie el actual constituido mediante la Constituyente Universitaria.
Universidades como la Distrital y la Guajira que ya tienen una  constituyente universitaria, han servido de insumo a la Universidad del Tolima que  realiza juntas, talleres y asambleas de forma periódica para poder construir su propia constituyente. Carlos Gamboa, profesor del pregrado de Comunicación Social –Periodismo  de esta  universidad y uno de los primeros en  exponer la idea, nos explicó detalladamente de qué se trata el poder constituyente.


Daiana González: ¿Cómo nace la idea de la constituyente universitaria?
Carlos Gamboa: La idea de la constituyente universitaria nace como un ejercicio que es potestad de las universidades; la autónoma, pues las universidades públicas pueden tomar sus propias decisiones, plantearse en  unas lógicas que la conlleven a  diseñar las formas de  autogobierno, las formas de financiarse y de cómo plantean sus ejercicios académicos, investigativos y de interacción social.  La universidad  del Tolima se recoge en esas ideas y plantea la  constituyente   frente a  dos escenarios; el primero, la nueva reforma de la ley 30 que lo que hace es profundizar la crisis de la educación en Colombia. El segundo es una larga crisis de la Universidad del Tolima, por fallas de gobernabilidad, por un silencio administrativo y un gobierno universitario que no es capaz de afrontar la crisis proponiendo salidas bajo argumentaciones y debates reales sino  que más  bien se refugia en  unos silencios en unas dinámicas de atacar todas las expresiones que plantean debates críticos dejando a la Universidad como un barco a la deriva. Esto es lo que potencia el nacimiento de una Constituyente Universitaria.


D.G: ¿Qué otras universidades están en el proceso  de  la Constituyente Universitaria?
C.G: La idea de la constituyente ha ido impregnando otros escenarios, aquí tuvimos hace poco, un encuentro con la Tecnológica de Pereira, la Universidad del Valle y unos delegados de la Universidad Nacional, que están pensando  que es un  proceso muy válido para activar el repensarnos una universidad pública. En Pereira hubo un  encuentro de cerca de10  universidades; la  Tecnológica  de Pereira, la Sur colombiana, La Universidad del Valle, Universidad del Tolima, Universidad de Antioquia, Universidad Nacional, entre otras, que se plantearon el ejercicio de la constituyente como una posibilidad  para plantear una política nueva para la educación pública nacional.
La constituyente en este momento se convierte en una propuesta muy interesante porque desde allí, la universidad pública colombiana puede plantear una propuesta de una ley estatutaria que verdaderamente responda a lo que es la universidad pública hoy y los retos que tiene, de cobertura, de autonomía, de calidad, de gobierno universitario, porque lo que vemos es que  lo que plantea el gobierno es una continuidad a profundizar unas políticas que no responden a  la lógica impuesta desde nuestra nación, sino una lógica desde los mercados internacionales, desde las transnacionales, incluso desde el TLC.


D.G: ¿Qué debe tener en términos legales una constituyente universitaria?
C.G: Una constituyente nace por la invocación de lo que se llama el poder constituyente y el poder constituyente es un poder que está por fuera de la norma jurídica legal, porque lo que pretende precisamente  es luchar contra un poder constituido. El poder constituido inicialmente va a repeler el poder constituyente porque lo primero que hace este es deslegitimar el  gobierno universitario obviamente no va a tener eco en ellos cuando han sido atacado. Todo esto porque no creemos que las formas de “democracia” que se manejan son las adecuadas, realmente no hay participación del estudiantado en las decisiones, no hay representación de los profesores, así  tengamos representantes esos representantes jamás nos consultan, entonces son formas seudo-democráticas y el poder constituyente lucha contra eso.


D.G: ¿Qué  garantiza el poder constituyente?
C.G: que son los estudiantes los que entienden – en  primera medida- y algunos trabajadores y profesores sobre todo en el campo de los catedráticos, que debemos empezar a reconstruir una cultura de la democracia, para que unos pocos no decidan sobre  el futuro universitario. El poder constituyente lo que propone es “vamos todos a discutir pero desde la base”  es decir todos  somos todos los actores que podamos llegar a esa constituyente, que no son solo los estudiantes sino también la sociedad. Crear una forma de estructura pero desde su autonomía, que seamos quienes construyamos las formas para autogobernarnos, autofinanciarnos y exigirle al estado, como la constitución dice “que la constitución sea un derecho.”


D.G: ¿En qué va el proceso de constituyente en  la Universidad del Tolima?
C.G: La primera etapa de la constituyente fue realizar un diagnóstico  sobre la universidad que tenemos, el resultado de este proceso se convierte en un documento fuerte de la constituyente y demuestra que tenemos una universidad totalmente ajena a la universidad que nos muestran  en los informes de gestión  y en los indicadores, que dicen tener gran cobertura. Pero ¿cuál es la calidad de esa cobertura? Que dicen tener muchas más carreras ¿pero cuántos profesores de planta? Que dicen tener más grupos de investigación ¿pero están produciendo para resolver los problemas sociales?  Tenemos una fachada de universidad, la universidad simulacro, pero detrás de ella existe el mundo real, que está lleno de problemas que no tiene calidad académica, que no tiene laboratorios etc.

Ahora la segunda etapa es empezar a transformarla a través de unos ejes; autonomía y gobierno universitario, quehacer democrático, financiación, bienestar universitario  y el quinto eje  que es vital; la interacción entre la diversidad y la sociedad. Este es el momento por el que actualmente está pasando la Universidad del Tolima.


D.G: En las juntas de  la constituyente ya se han definido algunos decretos como el  acabar  con  el poder representativo y destituir al actual rector Ramón Rivera, ante estas decisiones ¿cuál ha sido el pronunciamiento del  rector y de todo el administrativo?
C.G: No, hasta ahora lo que hemos recibido son algunos comunicados de consejo académico donde atacan la constituyente por creer que es un escenario ilegitimo -dicen ellos- claro  hay que entender que es ilegitimo por que como ellos son  el poder constituido pues a ellos no les interesa un poder constituyente  que los va a  des legitimar a ellos porque  esos escenarios de gobierno no responden a nuestras necesidades. Entonces ¿Quiénes son ilegítimos? Unas personas que han sido nombrados por la comunidad pero que no le responden a ella o una comunidad que se empieza a pensar en sí misma.

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