Impunidad: reflejo de una ley que fracasó


Por MAURICIO LÓPEZ
Medellín, 20 de julio de 2011
El pasado martes 12 de julio, el periodista Hollman Morris exhibió en el teatro Lido de Medellín el documental Impunity, realizado junto a Juan José Lozano. La entrada era libre y contó con la asistencia de aproximadamente 1.300 personas.
El documental mostró el proceso de desmovilización de más de 30 mil paramilitares y su posterior acogida en la ley 975 de 2005 que, aprobada por el congreso para facilitar la desmovilización, tenía cuatro objetivos: garantizar la confesión total de los delitos (verdad), hacer justicia, reparar a las víctimas y garantizar la no repetición.

A las 6:30 de la tarde comenzó la premier, mostrando lo que nunca vimos en televisión de este proceso judicial: cómo vivían las víctimas las audiencias libres, la frialdad de las versiones de los jefes paramilitares y hasta su arrogancia al responderle a las víctimas.
“La propuesta informativa de la televisión colombiana está en deuda con la sociedad. Todos los días es más grande esa deuda. Es una deuda que le apuesta a la impunidad, a la falta de memoria, y le apuesta a la confusión de un país tan problemático como el que nosotros tenemos”, dijo Morris en un espacio de discusión que se llevó a cabo luego de la presentación del filme.
En el documental se habla de la presión que ejercieron las fuerzas militares, quienes participaban en acciones conjuntas con las autodefensas, para que no dejaran rastro de las víctimas. Esto, debido a que los mandos superiores les llamaban la atención por el número de homicidios en las regiones, dio pie a la creación de fosas comunes o cementerios clandestinos y hornos crematorios, para no dejar, como era exigido, pruebas tangibles de las muertes.
También se destaca en el documental las amenazas y persecución que, aún, sufren las víctimas del proceso. Y es que, en palabras de Morris “a este país y a grandes sectores de la sociedad colombiana le huelen feo las víctimas. Porque existe todo un trabajo para deslegitimar la figura de la víctima”.
Se podría decir del documental que es fuerte, pero lo realmente fuerte es nuestra realidad: la necesidad, por parte de los grandes empresarios, de financiar grupos paramilitares bajo la premisa de la seguridad y la reactivación de la economía. Bananeros, pesqueros, azucareros, aserradores… Y también, la relación con el poder militar y político.
Además de su gran importancia periodística, Impunity también teje la memoria histórica del país que tiende a olvidar.
Luego de ver el documental, queda la duda de si se cumplió con la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición o la ley de Justicia y Paz simplemente fracasó.

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