Medellín, 20 de agosto de 2011
Por LUZ MARÍA VÉLEZ GARCÍA
Por LUZ MARÍA VÉLEZ GARCÍA
Pintados, pegados, hechos con vinilo, con marcador, o con aerosol, se pueden contar alrededor de 200 letreros en las instalaciones la Universidad de Antioquia de en un día común. La mitad de ellos son carteles no oficiales, es decir, que son hechos por estudiantes y colocados en sitios estratégicos como corredores y baños. Muchos de estos anuncios contienen frases relacionadas con los procesos que vive la Universidad, en algunos casos contienen frases agresivas que invitan directamente a la violencia, o usan palabras despectivas para ciertas situaciones políticas o sociales.
Según varios estudiantes, estos carteles influyen en la manera en que la comunidad universitaria ve las problemáticas internas, porque causan impresiones y sensaciones en quienes los leen. Juan Fernando González, estudiante de primer semestre de Licenciatura en Filosofía en la Universidad de Antioquia asegura que le atemorizan varios carteles pues “son muy agresivos y hacen parecer los problemas mucho más graves, como la reforma a la ley 30 o lo del esmad”, Juan Fernando cuenta que la primera vez que vio un cartel en la Universidad era una caricatura que hablaba sobre la reforma al reglamento estudiantil, y que después de verla cambió su manera de pensar sobre este; “he visto carteles de todo, unos muy bonitos que hablan sobre hacer respetar los derechos y otros muy amenazantes, pero me parece que todos los deben permitir porque todos tenemos derecho a decir qué pensamos” asegura.
Según varios estudiantes, estos carteles influyen en la manera en que la comunidad universitaria ve las problemáticas internas, porque causan impresiones y sensaciones en quienes los leen. Juan Fernando González, estudiante de primer semestre de Licenciatura en Filosofía en la Universidad de Antioquia asegura que le atemorizan varios carteles pues “son muy agresivos y hacen parecer los problemas mucho más graves, como la reforma a la ley 30 o lo del esmad”, Juan Fernando cuenta que la primera vez que vio un cartel en la Universidad era una caricatura que hablaba sobre la reforma al reglamento estudiantil, y que después de verla cambió su manera de pensar sobre este; “he visto carteles de todo, unos muy bonitos que hablan sobre hacer respetar los derechos y otros muy amenazantes, pero me parece que todos los deben permitir porque todos tenemos derecho a decir qué pensamos” asegura.
En varias ocasones se han visto carteles pegados en los corredores de los bloques y las cafeterías anunciando la venida inminente de un cese de actividades en la Universidad, en promedio, 75 de cada 100 personas que se acercaron a leer uno de estos carteles, creen que si esta información está expuesta públicamente es porque es real y posiblemente si haya un paro en los próximos días.
Según Maria Isabel Chalarca, estudiante de Economía, los letreros “casi siempre no tiene ningún sentido real y son hechos o puestos por grupos específicos, como los capuchos” y a pesar de reconocer que las frases que se pintan en los muros no son precisamente la opinión general de los estudiantes frente a un tema, reconoce que “mucha gente les come cuento y se dejan asustar”. Para Maria Isabel “los carteles ponen fea la Universidad, (…) dañan las paredes y las pinturas de las puertas” agrega además que en el entorno universitario se cuentan con muchos medios para expresarse, y que no hace falta recurrir a los carteles o grafittis para hacer saber algo.
Es una realidad que los anuncios, frases, y letreros puestos en el campus de la Universidad de Antioquia reflejan el estado interno de la Universidad y la lectura que sus estudiantes hacen de los procesos que allí se viven; en muchas ocasiones son objeto de rechazo o aceptación por el resto del estudiantado, pero independientemente de lo que generen en las personas son una manifestación que influye sobre el entorno general.
