La corrupción sacó cédula

Según la  Ley 39 de 1961 todo ciudadano Colombiano, mayor de 18 años, tiene el derecho (y está en el deber) de solicitar su respectiva cédula de ciudadanía. Según la Registraduría Nacional, el trámite de la cédula por primera vez, no tiene ningún costo ni debe hacerse con intermediarios… ¿Esto realmente se cumple?




Una mañana de Junio

Era una mañana de Junio, dos días después de haber soplado las velitas de los 18 años, cuando me acercaba a la Registraduría de Envigado para averiguar como se hacía eso de sacar la cédula. A la entrada del edificio triste y gris donde está la Registraduría, me recibió un policía musculoso, muy verde para mi gusto. Después de mirarme con cara de “otra más que está perdida” me dijo: “¿Qué se le ofrece?”. Sonriendo para que no me agarrara a bolillazos (suelen tener esa costumbre) le expliqué que era mayor de edad hace dos días y que necesitaba sacar la cédula, pero no sabía cómo hacerlo. A continuación el policía me ofreció un papelito que tenía apuntado un teléfono, y agregó: “debe llamar ahí a pedir la cita, de 8 a 10 de la mañana de lunes a viernes, porque acá no atendemos a nadie sin cita”. Tomé el papel, le di las gracias y me alejé contenta.
Eran las 7:58 minutos de la mañana siguiente, un martes, cuando hice la primera llamada. Escuche la cancioncita monofónica que me acompañaría las siguientes dos horas de mi vida, no tuve respuesta, pero pensé: “es la primera llamada, es normal que no contesten”. Luego de que el reloj marcó las 8:20 am, entendí que no era tan “normal” y me dispuse a llamar, ininterrumpidamente, a la línea en la que me debían dar la cita. Fueron las 10:02 minutos y comprendí entonces que no me iban a contestar. Anonadada y enojada decidí repetir la jornada intensiva de llamadas al otro día.
El día miércoles hice en total 74 llamadas sin éxito al número de la Registraduría de Envigado. Pensaba regresar al edificio y narrarle al verde policía la historia frustrada de mis llamadas, pero recordé que una amiga recién había sacado la cedula en Envigado… “!¿Cómo hizo?!”, pensé. No dude en llamarla, y esto fue lo que me dijo: “Yo tampoco pude conseguir la cita ni por teléfono, ni usando el plan piloto que hay en la página web de la Registraduría para dar los horarios de las citas; lo que yo hice fue que le pagué a un amigo de un amigo, de un primo de un amigo de mi papá y él me la consiguió…”. Mi amiga me explicó amablemente dónde encontrar al mentado redentor de quienes queremos sacar cédula en Envigado, y yo fui a buscarlo al otro día.



 Buscando lo que no se me perdió

En frente del edificio de la Registraduría, se lee en un segundo piso un cartelito con letras rojas sobre un fondo blanco que dice “FOTOSHOP”. El letrero advierte que se trata de un establecimiento de fotos y asuntos gráficos, pero más tarde descubriría que lo único gráfico que tenía este lugar era el cartelito visible desde la calle. Subiendo por unas escalas estrechas se llega a una puerta con un anuncio que reza “Todas las citas que se consiguen aquí son tramitadas por internet usando el plan piloto de la Registraduría”. Al pasar al interior del lugar se encuentra uno con una secretaria, varias sillas, gente por todos lados, y una oficina al fondo.
“Buenas tardes, ¿qué buscaba?” pregunta la secretaria, “estoy buscando a Oscar, o a Jorge…” le respondo yo, casi en un susurro. Alguien ajeno al tema podría pensar que yo estaba preguntando por dos personas distintas, pero en realidad se trata del mismo señor, que para no ser descubierto usa estos dos nombres como suyos, claro está, sin ningún apellido. “¿Para qué lo necesita?” replica ella, “para pedir la cita de la cédula de primera vez” le digo yo, ya no tan pasito. “Eso lo resuelvo yo, espere un momento” y se levanta camino a la oficina de atrás, de donde entra y sale rápidamente. Sentándose de nuevo, me dice que debo cancelar $10.000 si quiero conseguir mi cita para mañana, y agrega, ¿Cuál es su nombre?
Mi cabeza pensaba en todo menos en mi nombre, ¿Diez mil pesos? ¿Para mañana? Parecía imposible, el plan piloto de citas por internet no cobraba nada si tenías la suerte de encontrar un espacio libre y dudo que a ellos si les contestaran el teléfono de la Registraduría de 8 a 10 de la mañana, y si así fuera, dudo también que de un día para otro la cita estuviera lista. ¿Qué pasaba? Esa noche recibí una llamada a mi casa diciendo que tenía cita en la Registraduría a las nueve de la mañana del siguiente día para sacar la cédula.


Lo que hay detrás de “Jorge”, “Oscar”, y “Fotoshop”


Manuela* es una de las tantas personas que como yo han vivido toda una aventura  para sacar la cédula en la Registraduría de Envigado, desde pegarse del teléfono hasta  “ir y preguntar pasito por el señor de las cedulas”. Ella afirma que “es un tema del que  no se puede hablar mucho, porque usted sabe que esa gente es delicada y Envigado  todavía tiene gente muy caliente”. Según Manuela el señor que consigue las citas en la  Registraduría a cambio de $10.000 es familiar suyo, y tiene un negocio con el  Registrador, al que le corresponden $5.000 por cada persona que quiera conseguir  una cita, sin duda un negocio redondo. Si bien ni el Registrador , ni “Jorge” quisieron  dar declaraciones, basta con tratar de conseguir una cita en la Registraduría de  Envigado por los medios legales para darse cuenta de que es imposible, y constatar así  que esta historia es real, y que la corrupción está alcanzando límites no imaginados.
¿Porqué las autoridades no hacen nada para vigilar esa empresa de fotografía que solo funciona como fachada para este delito? ¿Dónde denunciar ese abuso? Esta situación genera muchas dudas y tal vez lo único seguro sea que en Envigado, la corrupción ya sacó cédula.

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